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viernes, 16 de mayo de 2025

OXIGENOTERAPIA Y ENFERMERIA



El oxígeno, al ser un medicamento, debe administrarse con indicaciones precisas, ya que su uso prolongado a altas concentraciones puede generar efectos tóxicos. La oxigenoterapia es fundamental para tratar la hipoxemia y, si se maneja correctamente, mejora la calidad de vida y reduce hospitalizaciones, con beneficios también económicos.

El éxito del tratamiento depende del dispositivo elegido y de su uso adecuado, el cual debe adaptarse a las características y necesidades del paciente. Cada dispositivo tiene sus propias indicaciones, ventajas y limitaciones, por lo que es clave equilibrar la eficacia terapéutica con la comodidad del paciente.

Enfermería, como eje central en estos cuidados, tiene la responsabilidad ética y legal de dominar el uso de los dispositivos, lo que requiere formación continua y materiales educativos. 

En esta entrada te explico de forma sencilla y cercana qué es la oxigenoterapia, por qué es tan importante y qué tipos existen, tanto en el hospital como en casa.

¿Qué es la oxigenoterapia?

La oxigenoterapia consiste en administrar oxígeno suplementario a personas que no logran mantener niveles adecuados de oxígeno en sangre por sí solas. Se utiliza para mejorar la oxigenación en casos de enfermedades respiratorias o cardíacas como:

  • EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica)

  • Neumonía

  • Insuficiencia cardíaca

  • COVID-19

  • Fibrosis pulmonar

  • Crisis asmáticas graves

¿Cuándo se indica?

Se indica cuando los niveles de oxígeno (medidos por pulsioximetría o gasometría arterial) están por debajo de los valores normales, generalmente con una saturación de oxígeno < 92%. El objetivo es evitar el daño por hipoxia (falta de oxígeno en los tejidos).

Tipos de oxigenoterapia

Dependiendo del estado del paciente, sus necesidades y el entorno (hospitalario o domiciliario), se utilizan diferentes sistemas:

1. Cánula nasal (gafas nasales)

  • Uso común: oxigenoterapia de bajo flujo.

  • Flujo: hasta 6 litros por minuto.

  • Ventajas: cómoda, permite hablar y comer.

  • Ideal para: pacientes crónicos, estables o en domicilio.

2. Mascarilla simple

  • Uso común: oxígeno a mayor concentración que las gafas nasales.

  • Flujo: entre 5 y 10 litros/minuto.

  • Indicada para: pacientes que necesitan oxigenación moderada.

3. Mascarilla con reservorio (no reinhalación)

  • Permite alcanzar altas concentraciones de oxígeno (hasta el 90-100%).

  • Flujo mínimo: 10-15 L/min.

  • Tiene una bolsa que almacena oxígeno y válvulas unidireccionales que evitan la reinhalación de CO₂.

  • Uso hospitalario en situaciones graves.

4. Mascarilla Venturi

  • Ofrece una concentración precisa y controlada de oxígeno.

  • Ideal para pacientes con EPOC, donde es clave no suministrar oxígeno en exceso.

  • Dispone de adaptadores codificados por colores para regular el porcentaje de O₂.

5. Oxigenoterapia de alto flujo (HFNC)

  • Utiliza cánulas nasales especiales con flujos de hasta 60 L/min.

  • Se humidifica y calienta el oxígeno.

  • Se usa en pacientes graves (insuficiencia respiratoria aguda), a menudo como alternativa no invasiva a la ventilación.

6. Oxigenoterapia hiperbárica

  • Se administra oxígeno a presión elevada en una cámara especial.

  • Indicada para intoxicación por monóxido de carbono, heridas complicadas, gangrena gaseosa, etc.

  • Es un tratamiento muy específico, no de uso rutinario.

Cuidados de enfermería en oxigenoterapia

Como enfermero, vigilo constantemente:

  • La saturación de oxígeno (SpO₂).

  • La respuesta clínica del paciente.

  • La integridad de la piel (las cánulas o mascarillas pueden causar lesiones).

  • La humidificación del oxígeno si el flujo es alto, para evitar sequedad nasal o irritación.

  • La seguridad: el oxígeno es un gas comburente, así que no debe haber llamas, cigarrillos ni aceites cerca.

La oxigenoterapia salva vidas y mejora la calidad de vida de muchos pacientes con enfermedades respiratorias o cardíacas. Como enfermero, mi objetivo es asegurar que cada paciente reciba el oxígeno de forma segura, cómoda y eficaz, ajustando el tipo de terapia a sus necesidades.

Guia sobre oxigenoterapia


ENFERMERIA Y EL PACIENTE TERMINAL

Acompañar a un paciente en situación terminal implica comprender no solo su estado físico, sino también su evolución emocional, psicológica y espiritual. Las fases pueden variar entre personas, pero generalmente siguen un patrón que permite al equipo de salud brindar cuidados personalizados y compasivos.

 Fases del Proceso del Paciente Terminal

1. Negación y Aislamiento

El paciente, al recibir el diagnóstico, suele reaccionar con negación: "No puede ser verdad". Esta fase actúa como defensa emocional frente al impacto de la noticia. La negación puede aparecer de forma intermitente a lo largo del proceso. Es importante respetar este mecanismo sin confrontarlo, dejando espacio para que el paciente se exprese cuando esté preparado.

2. Ira

Cuando la negación ya no es sostenible, aparece la ira, acompañada de sentimientos de injusticia y resentimiento: "¿Por qué yo?". Esta fase es difícil tanto para el entorno familiar como para los profesionales, ya que la hostilidad puede dirigirse hacia cualquiera. Es vital no personalizar las reacciones y mantener una actitud comprensiva.

3. Pacto o Negociación

El paciente intenta "negociar" un aplazamiento con un ser superior o con el destino, a cambio de buen comportamiento o sacrificios. Esta etapa refleja un deseo de control y de esperanza frente a lo inevitable.

4. Depresión

Al comprender plenamente la gravedad de su situación, el paciente experimenta una profunda tristeza, producto de las pérdidas presentes y futuras. Esta "depresión preparatoria" le permite despedirse internamente. En esta fase, la presencia silenciosa y afectiva del acompañante es más valiosa que las palabras.

5. Aceptación

Finalmente, el paciente acepta su realidad sin ira ni tristeza. No significa estar feliz, sino estar en paz. Suele haber cansancio, silencio y necesidad de descanso. La familia, en cambio, puede necesitar más apoyo en este momento. El acompañamiento emocional sigue siendo esencial, incluso sin comunicación verbal.

Medidas Terapéuticas en el Paciente Terminal

El objetivo del tratamiento en pacientes terminales no es curar, sino aliviar el sufrimiento, mejorar la calidad de vida y acompañar dignamente en el proceso de morir. El abordaje debe ser integral: físico, emocional, social y espiritual.

1. Control de síntomas físicos

  • Dolor: Uso de analgésicos según la escala analgésica de la OMS (paracetamol, opioides, etc.).

  • Disnea (dificultad para respirar): Oxigenoterapia, broncodilatadores, morfina en bajas dosis.

  • Náuseas y vómitos: Antieméticos como metoclopramida o haloperidol.

  • Estreñimiento: Laxantes, dieta adaptada y buena hidratación.

  • Fatiga: Adaptación del entorno, ayuda en actividades básicas.

  • Úlceras por presión: Cambios posturales, colchones especiales, cuidado de la piel.

2. Apoyo emocional y psicológico

  • Escucha activa, empatía y acompañamiento continuo.

  • Identificar miedos, angustias o conflictos internos del paciente.

  • Intervención del psicólogo si es necesario.

  • Respetar los momentos de silencio y de expresión emocional.

3. Atención espiritual

  • Permitir y fomentar prácticas religiosas o espirituales si el paciente lo desea.

  • Acompañamiento por parte de guías espirituales o capellanes.

  • Escuchar sus inquietudes existenciales y dar valor a su narrativa personal.

4. Apoyo a la familia

  • Información clara y honesta sobre el estado del paciente.

  • Preparación para el proceso de duelo.

  • Espacios de descanso, participación en los cuidados si lo desean.

  • Apoyo emocional y psicológico durante y después del fallecimiento.

5. Cuidados de confort

  • Mantener higiene, hidratación, nutrición (si es posible y adecuada).

  • Evitar intervenciones invasivas innecesarias.

  • Crear un ambiente tranquilo, con intimidad y calidez.

  • Favorecer la comunicación no verbal (mirada, contacto físico, silencio).

6. Planificación anticipada de cuidados

  • Respetar la voluntad del paciente: voluntades anticipadas, rechazo de tratamientos agresivos.

  • Decisiones compartidas entre equipo de salud, paciente (si es posible) y familia.

 Recomendaciones para el Cuidado del Paciente Terminal (Desde Enfermería)

Como enfermero, sé que nuestra actitud tiene un impacto directo en el bienestar del paciente. Por eso, debemos actuar con sensibilidad, empatía y profesionalismo en cada momento. Estas son algunas recomendaciones clave que sigo al cuidar a un paciente en fase terminal:

1. Aceptar el privilegio de acompañar: Nuestra profesión nos brinda la oportunidad única de ayudar, aliviar y acompañar tanto al paciente como a su familia en uno de los momentos más difíciles de sus vidas.
2. Cuidarnos como equipo: Afrontar la muerte de un paciente genera un gran desgaste emocional. Por eso, es esencial apoyarnos mutuamente como equipo de salud para brindar cuidados de calidad sin quemarnos emocionalmente.
3. Escuchar con disposición real: Siempre estoy atento a lo que el paciente quiera expresar sobre sus miedos o sufrimientos. Una escucha activa y sincera es tan terapéutica como cualquier medicamento.
4. Adaptar normas al paciente, no al revés: Las normas institucionales deben ajustarse a las necesidades del enfermo, no generar más malestar. Ser flexibles mejora su sensación de control y dignidad.
5. Informar con respeto y sensibilidad: No todos los pacientes quieren saber la verdad sobre su pronóstico. Mi deber es valorar, junto a la familia, cuándo y cómo dar esa información, respetando siempre su derecho a saber… o a no saber.
6. Facilitar una muerte en casa, si es posible: Si el paciente y la familia lo desean, agilizo el alta hospitalaria para que pueda fallecer en su hogar, en un entorno más íntimo y rodeado de sus seres queridos.
7. Evitar prolongar innecesariamente el sufrimiento: No debemos encarnizarnos con tratamientos que solo alargan el proceso de morir. A veces, menos es más, y lo importante es aliviar, no intervenir por rutina.
8. Administrar fármacos con criterio paliativo: Uso medicamentos adecuados al estado terminal del paciente, priorizando el confort y respetando sus límites físicos para recibirlos.
9. Ofrecer apoyo espiritual: Si el paciente lo desea, gestiono el acceso a ayuda religiosa o espiritual en sus últimas horas.
10. Acompañar a la familia también en lo práctico: Ayudo y oriento a los familiares en gestiones postmortem, ofreciéndoles recursos como trabajo social o asistencia religiosa.
11. Aceptar la muerte como parte del cuidado: Aunque me cueste, asumo que la muerte forma parte de nuestro trabajo. La profesionalidad no está reñida con la compasión.
12.Apoyar en el duelo: También acompaño a la familia tras la pérdida, para evitar que el dolor se convierta en duelo patológico. A veces, una palabra o una simple presencia marcan la diferencia.

Información sacada de la siguiente revista



PRINCIPALES ANOMALÍAS ELECTROGARDIOGRÁFICAS

El electrocardiograma (ECG) es una herramienta fundamental en la práctica clínica que permite analizar la actividad eléctrica del corazón. Su correcta interpretación es clave para la detección de arritmias, bloqueos y otras alteraciones cardíacas. En esta entrada te ofrecemos un resumen práctico de las principales anomalías electrocardiográficas, perfecto para repasar antes de un examen o durante la práctica clínica.

¿Qué debemos observar en un ECG?

Un ECG normal consta de varias ondas e intervalos. Las principales estructuras a evaluar son:

  • Onda P: Representa la despolarización auricular. Debe medir menos de 2.5 mm de altura en DII y durar menos de 0.12 s. Una P anormal puede sugerir crecimiento auricular.

  • Intervalo PR: Dura entre 0.12 y 0.20 s. Si está alargado o variable, indica problemas en la conducción a través del nodo AV. Si está acortado o ausente, puede sugerir un síndrome de preexcitación (como el síndrome de Wolff-Parkinson-White).

  • Complejo QRS: Representa la despolarización ventricular. Su duración debe ser menor a 0.12 s. Un QRS ancho puede reflejar un bloqueo de rama; una amplitud elevada puede indicar hipertrofia ventricular; una onda Q patológica podría significar necrosis.

  • Segmento ST: Su elevación o depresión mayor de 0.5 mm es anormal y puede reflejar isquemia, pericarditis o efectos farmacológicos.



Arritmias: Alteraciones del Ritmo Cardíaco

Una arritmia no es simplemente una irregularidad. Se refiere a cualquier alteración en la generación o conducción del impulso eléctrico. Se evalúan mediante ECG estándar de 12 derivaciones o monitorización Holter (24-48 h).

Clasificación:

  • Taquiarritmias (FC >100 lpm): Ritmos rápidos, con QRS estrecho o ancho.

  • Bradiarritmias (FC <60 lpm): Ritmos lentos, por falla en generación o conducción del impulso.

Tipos Frecuentes de Arritmias

Bradiarritmias:

  • Bradicardia sinusal: Impulso normal con FC <60 lpm. Frecuente en reposo o atletas.

  • Pausa sinusal: Desaparición temporal de los complejos QRS.

Taquiarritmias:

  • Taquicardia sinusal: Impulso normal con FC >100 lpm (fisiológica: ejercicio, ansiedad).

  • Taquicardia supraventricular: QRS estrecho, FC elevada, sin onda P visible.

  • Taquicardia auricular: P morfológicamente distinta a la sinusal, FC entre 100-240 lpm.

  • Fibrilación auricular: Oscilación fina de la línea base (onda f), ritmo totalmente arrítmico.

  • Flutter auricular: Activación auricular rápida y regular, con "dientes de sierra" (ondas F).

Bloqueos Auriculoventriculares (AV)

Cuando el estímulo no se transmite adecuadamente entre aurículas y ventrículos:

  • Bloqueo AV de 1º grado: Todas las ondas P conducen, pero con PR >0.20 s.

  • Bloqueo AV de 2º grado:

    • Mobitz I (Wenckebach): PR se alarga progresivamente hasta que una P no se conduce.

    • Mobitz II: PR constante, pero se bloquea súbitamente una o más ondas P.

  • Bloqueo AV de 3º grado: Ninguna P se conduce. Hay disociación auriculoventricular.



Otros Trastornos Eléctricos

  • Síndrome de Wolff-Parkinson-White: Intervalo PR muy corto o ausente; preexcitación ventricular.

  • Taquicardia ventricular: QRS ancho, FC >100 lpm. Sostenida (>30 s) o no sostenida (<30 s).

  • Fibrilación ventricular: Ritmo caótico e ineficaz; urgencia médica.


  • Bloqueo de rama: Despolarización ventricular alterada, QRS >0.12 s.

    • Derecha: afecta V1-V3.

    • Izquierda: afecta V5-V6, DI, aVL.

Conclusión

El ECG es una herramienta esencial y su correcta interpretación puede marcar la diferencia en la atención al paciente. Conocer las principales anomalías te permitirá detectar problemas a tiempo y tomar decisiones clínicas fundamentadas.

Aqui se adjunta el enlace al manual de consulta sobre ecg


jueves, 15 de mayo de 2025

Extracción manual de fecalomas


Elaboración propia


Medios materiales

- Guantes deshechables no estériles.
- Lubricante anestésico hidrosoluble.
- Cuña.
- Utensilios para la higiene: esponja, jabón, toalla, empapador...

Procedimiento de extracción de fecalomas



  1. Comprobar la identidad del paciente, según el procedimiento de aplicación en el Servicio Gallego de Salud.
  2. Respetar la intimidad del enfermo y guardar confidencialidad de sus datos.
  3. Informar al paciente y/o el cuidador principal (o tutores legales) del procedimiento que se va a realizar y solicitarle su colaboración, a ser posible, recalcar su utilidad, usar un lenguaje comprensible y resolver sus dudas y temores. En el caso de pacientes pediátricos explicarles el procedimiento a los padres.
  4. Solicitar su consentimiento de forma verbal, siempre que sea posible.
  5. Identificar a los profesionales sanitarios que van a intervenir en el procedimiento.
  6. Comprobar en la historia clínica del paciente o indagar mediante entrevista con el usuario y/o familia a existencia de  hemorroides, fisuras anales...
  7. Realizar higiene de manos y colocación de guantes.
  8. Colocación del paciente en posición de decúbito lateral derecho con la rodilla izquierda ligeramente flexionada (esta posición sitúa el colon sigmoideo en la parte más alta y facilita la extracción de las heces) con un  empapador debajo del enfermo para proteger la ropa de la cama. 
  9. Si no tolera la posición anterior, colocar el paciente en decúbito supino con ambas caderas y rodillas flexionados.
  10. Mantener  la cuña cerca del enfermo para depositar los restos fecales.
  11. Administrar lubricante anestésico en la ampolla rectal y esperamos unos 10 minutos a que haga efecto.
  12. Lubricamos, asimismo, el dedo índice de nuestra mano dominante y le comunicamos al paciente que iniciamos el proceso y le pedimos que inspire profundamente y que expire con lentitud. Así se promueve la relajación del  esfínter anal externo.
  13. Introducir lentamente el dedo índice en el recto y se le pide al paciente que realice un esfuerzo defecatorio.
  14. Suavemente realizamos movimientos rotatorios con la intención de romper el  fecaloma, extrayendo los fragmentos de la materia fecal y depositándolos en la cuña. Repetimos esta maniobra hasta conseguir retirar la mayor cantidad posible de material  fecaloideo, realizando pausas para favorecer el descenso de la masa fecal y descanso del paciente.
  15. Valorar en todo momento la respuesta del paciente al dolor:  palidez,  diaforesis o alteraciones en el ritmo o frecuencia cardíaco.
  16. Una vez finalizada la extracción limpiar la zona rectal y permitir que el enfermo descanse en una posición cómoda.
  17.  Retirar los guantes y higienizar las manos.
  18. Esta maniobra está contraindicada en pacientes con enfermedad anorrectal (hemorroides dolorosas, fisuras, abscesos) o recién intervenidos de una enfermedad en esa zona.
  19. Este procedimiento está contraindicado se sospecha obstrucción intestinal.
Servizo Galego de Saúde. (s.f.). Procedemento de extracción de fecalomas. Fémora. https://femora.sergas.gal/Eliminacion/Procedemento-de-extracci%C3%B3n-de-fecalomas

Administración de enema rectal

 

Elaboración propia


Administración de Enema: Procedimiento y Consideraciones


La administración de un enema es un procedimiento común en el ámbito hospitalario, utilizado para aliviar el estreñimiento, limpiar el colon antes de exámenes diagnósticos o preparar al paciente para una cirugía. Este procedimiento debe realizarse con precisión y cuidado para garantizar su eficacia y la seguridad del paciente.


Según la Guía FEMORA, los pasos principales para la administración de un enema incluyen:


  1. Reunir el material necesario, como la solución para enema, guantes, lubricante, compresa absorbente y riñonera.
  2. Informar al paciente sobre el procedimiento, buscando su cooperación y reduciendo la ansiedad.
  3. Colocar al paciente en posición de Sims izquierda, para favorecer la entrada de la solución al colon sigmoideo.
  4. Lubricar la cánula y administrar lentamente la solución, observando cualquier señal de malestar.
  5. Indicar al paciente que retenga el líquido el mayor tiempo posible, generalmente entre 5 y 10 minutos.
  6. Registrar el procedimiento en la hoja de enfermería, incluyendo tipo de enema, cantidad administrada, tiempo de retención, y respuesta del paciente.



Es importante respetar las indicaciones médicas, utilizar técnicas asépticas y mantener siempre la dignidad del paciente.


FEMORA. (s.f.). Guía de procedimientos clínicos de enfermería. Facultad de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ). Recuperado de https://femora.sergas.es/Administracion-de-medicacion/A-destacar?idioma=es



domingo, 11 de mayo de 2025

Donación de médula ósea

¿Qué es la donación de médula ósea?

La médula ósea es un tejido esponjoso dentro de los huesos que produce las células sanguíneas. En personas con enfermedades como leucemia, linfoma u otros trastornos hematológicos graves, un transplante de médula puede ser la única oportunidad de curación. 

Donar médula no tiene que ver con la médula espinal, como a veces se piensa, sino con donar células madre sanguíneas compatibles. Consiste mayoritariamente en sustituír las células enfermas del paciente por células sanas de un donante. 


¿Cómo se realiza la donación?

La Fundación Josep Carreras explica el procedimiento de forma muy clara en este vídeo:


Existen dos formas de donar: 
1. Por sangre periférica: Es el método más utilizado (cerca del 90% de los casos). Es similar a una donación de sangre, tras 4-5 días de preparación con inyecciones subcutáneas de factores de crecimiento. Estas hacen pasar las células madre al torrente sanguíneo. 
2. Por punción de médula ósea: Se realiza bajo anestesia general o epidural en quirófano, con ingreso hospitalario de 24h. Se extrae sangre medular de las crestas ilíacas (parte posterior-superior de la pelvis). 


Requisitos para ser donante: 
- Tener entre 18 y 40 años al momento de registrarse. Pudiendo donar hasta los 60 años. 
- Gozar de buena salud en general. Sin padecer ninguna enfermedad susceptible de ser transmitida ni que pueda poner en peligro su vida por el hecho de la donación. 
- Compromiso; estar dispuesto a donar si eres compatible con algún paciente. 

El registro como donante se realiza mediante una extracción de muetra de sangre


¿Por qué es importante?
Cada año 6.000 personas son diagnosticadas con leucemia en España, y muchas necesitarán un transplante para superar la enfermedad. 3 de cada 4 pacientes no tendrán un familiar compatible, y el transplante es la única esperanza para muchos afectados por leucemia y otras enfermedades de la sangre. 

Como profesionales de enfermería, tenemos un papel clave en la sensibilización y en acompañar durante este tipo de tratamientos. 


miércoles, 7 de mayo de 2025

¿Es mejor coser o grapar una herida abierta?

El cierre de heridas quirúrgicas es una parte esencial del proceso de recuperación postoperatoria. Tradicionalmente, se ha realizado mediante suturas, ya sean interrumpidas o continuas, con materiales absorbibles o no absorbibles. Sin embargo, las grapas para la piel han surgido como una alternativa efectiva, aplicadas según el criterio del cirujano. Su uso se ha popularizado en parte por su rapidez en la aplicación y porque se consideran menos traumáticas para los tejidos.

Diversos estudios han analizado si existen diferencias clínicas significativas entre cerrar una herida con suturas o con grapas. En el contexto específico de pacientes sometidos a cirugía de derivación coronaria (CDC), donde se extrae un injerto de la vena safena, la tasa de infección del sitio quirúrgico puede alcanzar hasta el 18%. Esta complicación representa un riesgo considerable en la recuperación del paciente, por lo que es clave evaluar qué método de cierre es más seguro y eficaz.

Al revisar la evidencia de cuatro estudios que compararon el cierre con grapas y suturas en este tipo de cirugía, no se encontraron diferencias significativas en las tasas de infección ni en la dehiscencia (apertura) de la herida. Esto indica que ambos métodos son comparables en cuanto a resultados clínicos, al menos en este contexto quirúrgico específico. Por lo tanto, no hay evidencia concluyente de que uno sea superior al otro en términos de seguridad.

Sin embargo, las grapas presentan ventajas logísticas y prácticas: permiten un cierre más rápido y son potencialmente menos invasivas para el tejido circundante. Estas características pueden hacerlas preferibles en situaciones donde el tiempo quirúrgico y la minimización del trauma son factores importantes. En conclusión, aunque ambas opciones son válidas desde el punto de vista clínico, las grapas pueden ofrecer beneficios adicionales que las convierten en una opción favorable en determinados casos.

https://www.cochrane.org/es/CD008057/WOUNDS_grapas-versus-suturas-para-el-cierre-de-heridas-de-la-pierna-despues-de-la-toma-del-injerto-venoso#:~:text=El%20cierre%20de%20heridas%20de%20la%20piel%20con%20clips%20met%C3%A1licos,las%20complicaciones%20de%20la%20herida.

martes, 6 de mayo de 2025

Canalización de una vía periférica

 

Elaboración propia



CANALIZACIÓN DE VÍA VENOSA PERIFÉRICA

La canalización de la vía venosa periférica es un procedimiento comúnmente utilizado en atención hospitalaria para administrar líquidos, medicamentos y extraer muestras de sangre. Aunque es una técnica generalmente sencilla, presenta ciertos riesgos y complicaciones que requieren cuidados adecuados y el uso de tecnologías apropiadas.

1. Técnicas y Dispositivos

Tradicionalmente, la canalización se realiza mediante el uso de una aguja y un catéter en las venas de las extremidades superiores. Sin embargo, nuevos dispositivos como la ecografía y la luz infrarroja cercana han demostrado ser altamente efectivos, especialmente en pacientes con venas difíciles de encontrar (como en niños o personas con obesidad). Los dispositivos de imagen, como la transiluminación, han mejorado significativamente la tasa de éxito y reducido las complicaciones, tales como la extravasación de fluidos y la obstrucción del catéter. La canalización ecoguiada, en particular, ha sido reconocida por su precisión y por disminuir la necesidad de intentos múltiples.

2. Complicaciones Comunes

Aunque la canalización de la CVP es segura en la mayoría de los casos, pueden surgir complicaciones, especialmente si no se siguen las buenas prácticas. Las más comunes incluyen:

  • Infección local: El mal manejo de la asepsia puede llevar a infecciones en el sitio de inserción.

  • Flebitis: Inflamación de la vena, generalmente debido a una técnica inadecuada o al mantenimiento del catéter durante un período prolongado.

  • Extravasación de líquidos: Ocurre cuando los fluidos intravenosos se filtran fuera de la vena, causando daño a los tejidos circundantes.

Para prevenir estas complicaciones, se recomienda el uso de técnicas asépticas estrictas, como la correcta desinfección de la piel y el mantenimiento de la asepsia durante la inserción y cuidado del catéter. Además, la inmovilización adecuada del sitio de inserción es esencial para evitar flebitis y otros problemas.

3. Cuidados de Enfermería y Protocolos

El cuidado adecuado del acceso intravenoso es crucial para prevenir complicaciones. Los profesionales de enfermería deben seguir un protocolo riguroso que incluya:

  • Inspección regular del sitio de inserción para detectar signos de infección o complicaciones.

  • Mantenimiento de la higiene durante el proceso de inserción, con especial énfasis en la desinfección de la piel y el uso de guantes estériles.

  • Educación continua al personal sanitario sobre las mejores prácticas y nuevas tecnologías, como la canalización ecoguiada, para mejorar la seguridad del paciente y reducir los errores.

Las estrategias de enfermería también incluyen el desarrollo de guías y protocolos estandarizados que aseguren una técnica segura y efectiva, y el monitoreo continuo del paciente para detectar signos de complicaciones tempranas.

4. Innovaciones Tecnológicas y Nuevas Intervenciones

En la actualidad, el uso de tecnologías avanzadas está revolucionando la canalización de la CVP. El dispositivo de inmovilización para pacientes pediátricos y la canalización guiada por ecografía son ejemplos de cómo la innovación está ayudando a reducir las complicaciones, especialmente en pacientes difíciles. Estos dispositivos permiten una mayor precisión y comodidad tanto para el paciente como para el profesional sanitario.

Un proyecto destacado es el dispositivo SafeCann, diseñado para reducir las complicaciones en la canalización de vías periféricas en niños. Este dispositivo ayuda a inmovilizar la muñeca y los dedos, previniendo flebitis y otras complicaciones.

5. Formación y Prevención de Complicaciones

La formación especializada del personal sanitario es clave para garantizar que se utilicen las mejores técnicas y tecnologías disponibles. Un enfoque educativo robusto incluye el entrenamiento en el uso de nuevas tecnologías como la ecografía y los dispositivos de imagen para asegurar una canalización exitosa. También es importante la implementación de estrategias preventivas, como los protocolos de intervención, para reducir la tasa de complicaciones relacionadas con el acceso intravenoso.

6. Factores de Riesgo

El éxito de la canalización de la vía periférica puede verse afectado por varios factores de riesgo, como la edad, el estado de salud general (por ejemplo, diabetes o insuficiencia renal) y la estructura de las venas (venas finas o profundas). Un estudio reciente ha identificado más de 50 factores de riesgo, lo que subraya la importancia de una evaluación adecuada antes de intentar la canalización. Para estos pacientes, las tecnologías como la ecografía son fundamentales para garantizar un acceso venoso exitoso.


Conclusión

La canalización de la vía venosa periférica es un procedimiento esencial en el cuidado hospitalario, pero requiere habilidades técnicas y cuidados especializados para evitar complicaciones. La integración de nuevas tecnologías, como la ecografía y la luz infrarroja cercana, junto con el cumplimiento de protocolos estrictos de higiene y formación continua del personal, ha demostrado mejorar significativamente los resultados del procedimiento. Mantener una educación adecuada, especialmente en el uso de estas tecnologías, es crucial para reducir complicaciones y aumentar la seguridad del paciente.


  • Reue. (n.d.). Canalización venosa periférica ecoguiada: características y complicaciones comparadas con técnica tradicional. Recuperado de https://www.reue.org/articulo/canalizacion-venosa-periferica-ecoguiada-caracteristicas-y-complicaciones-comparadas-con-tecnica/

  • Universidade da Coruña. (n.d.). Efectividad y seguridad de los dispositivos de imagen en canalización de vía venosa periférica. Recuperado de https://ruc.udc.es/dspace/handle/2183/25461?utm_source

  • Universidad de Valladolid. (n.d.). Cuidados de enfermería que mejoran la seguridad del paciente en la canalización venosa periférica. Recuperado de https://uvadoc.uva.es/handle/10324/24881?utm_source

  • Universidad de Valladolid. (n.d.). Complicaciones y cuidados de enfermería en la canalización y mantenimiento de las vías centrales de acceso periférico (PICC). Recuperado de https://uvadoc.uva.es/handle/10324/67919?utm_source

  • Universidad de los Andes. (n.d.). SafeCann: dispositivo para reducir complicaciones asociadas a la canalización por vía periférica en la mano en pacientes pediátricos. Recuperado de https://repositorio.uniandes.edu.co/entities/publication/d0474e7a-d22e-47c8-82b8-84779c4f1d90?utm_source

  • Universidad de Islas Baleares. (n.d.). Factores de riesgo de dificultad en la canalización venosa periférica en atención hospitalaria. Recuperado de https://dspace.uib.es/xmlui/handle/11201/159257?utm_source

  • Universidad de los Andes. (n.d.). Estrategias de intervención de enfermería sobre el mejoramiento de técnica en canalización de vía periférica para prevenir eventos adversos. Recuperado de https://dspace.uniandes.edu.ec/handle/123456789/12555?utm_source



  • lunes, 5 de mayo de 2025

    Pasos a seguir por una enfermera en la etapa de valoración

    La valoración enfermera es la primera etapa del Proceso de Atención de Enfermería (PAE) y consiste en la recogida sistemática, organizada y continua de datos objetivos y subjetivos sobre el estado de salud del paciente, su familia o comunidad. Esta información permite conocer cómo responde el individuo ante problemas de salud reales o potenciales. La valoración se realiza siempre en colaboración con la persona atendida y es la base para planificar los cuidados posteriores.

    Existen dos tipos principales de valoración: la global o inicial, que se aplica al ingreso del paciente y recoge toda la información relevante, y la focalizada o continua, que se centra en aspectos específicos del estado clínico. Asimismo, se puede estructurar la valoración según distintas metodologías, como el enfoque de “cabeza a pies”, por sistemas corporales, mediante los 11 Patrones Funcionales de Marjory Gordon o según las 14 necesidades básicas de Virginia Henderson, ambos modelos ampliamente utilizados en la práctica clínica.

    El proceso de valoración se compone de cuatro fases: la recolección de datos (mediante entrevista, observación y exploración física), la validación de los datos (para confirmar su veracidad), la organización de la información(agrupándola de forma lógica para facilitar el diagnóstico) y el registro de la valoración (para asegurar una adecuada comunicación entre profesionales y justificar legalmente los cuidados). Las técnicas básicas en la exploración física incluyen la inspección, palpación, percusión y auscultación.

    Durante la entrevista enfermera, es fundamental establecer una comunicación eficaz y terapéutica, demostrando habilidades como empatía, respeto, calidez y asertividad. La entrevista puede ser estructurada, semiestructurada o libre, dependiendo del objetivo clínico. Esta técnica no solo permite recopilar información subjetiva, sino también construir una relación de confianza con el paciente.

    Por último, los modelos de valoración de Gordon y Henderson permiten abordar de forma integral los aspectos físicos, emocionales, sociales y espirituales del paciente. Mientras Gordon organiza la información en patrones funcionales de salud, Henderson se centra en las necesidades básicas humanas, facilitando así la identificación de problemas y la planificación de intervenciones centradas en lograr la autonomía del paciente. Estos enfoques garantizan una valoración completa y personalizada.



    https://www.salusplay.com/apuntes/apuntes-de-metodologia-y-terminologia-nanda-noc-nic/tema-3-etapa-de-valoracion/resumen

    Materiales y procedimientos de cuidados de traqueostomía


    MATERIALES Y PROCEDIMIENTOS EN LOS CUIDADOS DE TRAQUEOSTOMIA

    Materiales necesarios

    • Guantes estériles y guantes limpios
    • Mascarilla y gafas protectoras (si es necesario)
    • Gasas estériles
    • Solución salina estéril o agua hervida enfriada
    • Jabón neutro (si se permite su uso)
    • Cánula interna nueva o previamente esterilizada (si es reutilizable)
    • Recipiente limpio para limpiar la cánula
    • Jeringa (si hay balón neumático)
    • Lubricante hidrosoluble (si es requerido)
    • Cinta o sujetadores para fijar la cánula
    • Aspirador con sonda (si hay secreciones)

    Procedimiento paso a paso

    1. Lavado de manos

    Realiza una higiene de manos rigurosa antes de comenzar.

    2. Preparar el área y al paciente

    • Coloca al paciente en posición semi-Fowler (semi sentado).
    • Asegúrate de tener todos los materiales a la mano.

    3. Colocarse guantes

    Usa guantes estériles para manipular la cánula y el estoma.

    4. Retirar la cánula interna (si es reutilizable)

    • Desbloquea y retira la cánula interna con suavidad.
    • Colócala en un recipiente con agua y jabón o solución salina

    5. Limpieza de la cánula

    • Cepilla suavemente el interior de la cánula.
    • Enjuaga bien con solución salina estéril.

    6. Limpieza del estoma

    • Limpia la piel alrededor del orificio traqueal con gasa estéril humedecida.
    • Seca con una gasa nueva, sin frotar.

    7. Colocar la cánula limpia

    • Introduce cuidadosamente la cánula interna limpia.
    • Asegúrate de que quede bien fijada.

    8. Cambiar las cintas si es necesario

    • Reemplaza las cintas de sujeción si están sucias o flojas.
    • Siempre asegúralas bien para evitar que la cánula se desplace

    9. Aspiración de secreciones (si procede)

    • Si hay exceso de secreciones, realiza una aspiración con técnica estéril.

    10. Registro

    Anota en la hoja de cuidados: hora, estado del estoma, tipo de secreciones y cualquier incidencia.

    Recomendaciones finales

    • Realizar este procedimiento al menos una vez al día o según indicación médica.
    • Nunca reutilizar material contaminado.
    • Observar signos de alarma como enrojecimiento, mal olor, fiebre o dificultad respiratoria.


    Consellería de Sanidade. (s.f.). Cuidados de la cánula de traqueotomía. Servizo Galego de Saúde. https://femora.sergas.gal/Via-respiratoria/Coidados-da-c%C3%A1nula-de-traqueostom%C3%ADa?idioma=es

    OXIGENOTERAPIA Y ENFERMERIA

    El oxígeno, al ser un medicamento, debe administrarse con indicaciones precisas, ya que su uso prolongado a altas concentraciones puede gen...