El vendaje es una técnica para envolver partes del cuerpo con el fin de proteger lesiones cutáneas o inmovilizar lesiones osteoarticulares, aliviando el dolor y favoreciendo la cicatrización.
-
Fijar apósitos o medicamentos.
-
Limitar movimientos dolorosos.
-
Sostener férulas o aparatos de tracción.
-
Controlar inflamación, edema y hemorragias.
-
Proteger la piel o moldear zonas como muñones.
-
Facilitar el retorno venoso.
Tipos de vendajes:
-
Contentivo o blando: para proteger la piel y sostener curas o férulas.
-
Compresivo: controla edema, hematomas y favorece la circulación (usa vendas de crepé y vuelta en espiga).
-
Suspensorio: sostiene escroto o mamas.
-
Funcional: inmoviliza parcialmente, permitiendo movimiento limitado y requiere conocimientos anatómicos.
Tipos de vendas:
-
Gasa orillada: para vendajes suaves.
-
Algodonada: para almohadillar.
-
Elástica y elástica adhesiva: para compresión (usar prevendaje si hay piel sensible).
-
Tubulares: adaptables a distintas zonas.
-
Impregnada (yeso), papel, espuma, cohesiva y tape: se usan según el tipo de inmovilización o tratamiento.
.png)
-
Circular:Consiste en dar vueltas sobre la vuelta anterior. Se usa para iniciar y finalizar vendajes, para fijar apósitos y para contener hemorragias.
-
Espiral: Cada vuelta de la venda cubre 2/3 partes de la vuelta anterior de forma oblicua al eje de la extremidad que se está vendando. El vendaje se debe iniciar en la parte más distal, avanzando a medida que se venda, hacia la más proximal.
-
En espiga: Se comienza por la zona distal de la extremidad, realizando vueltas hacia arriba y hacia abajo con una inclinación de 45º en cada una de ellas. La primera vuelta se inicia hacia arriba y la segunda hacia abajo, y así sucesivamente. Se aplicará una mayor tensión a las vueltas que se dirigen hacia arriba.
-
Recurrente: Se utiliza fundamentalmente para los dedos, la cabeza y los muñones. Se realiza comenzando con una vuelta circular, a continuación se lleva el rollo de venda hacia el extremo del dedo, muñón o cabeza, realizando pliegues sobre sí misma en distintas direcciones hasta completar el vendaje. Terminar con vuelta circular. En el caso de la cabeza se denomina capelina o gorro hipocrático.
-
En ocho: se utiliza en rodillas y codos. Las vueltas ascendentes y descendentes se alternan cruzándose en el centro de la articulación formando una figura en ocho.
Las complicaciones del uso de vendajes suelen originarse por una mala colocación, falta de cuidados adecuados o desconocimiento del paciente y su entorno. Las más comunes son:
-
Síndrome de compresión: Provocado por una presión excesiva del vendaje, con síntomas como dedos fríos, cianóticos, adormecidos y edematizados. Se debe elevar el miembro y, si no mejora, abrir el vendaje o consultar al especialista por posible síndrome compartimental.
-
Edema de ventana: Se da cuando queda una zona sin cubrir entre vueltas del vendaje, generando acumulación de líquido. Se soluciona elevando el miembro y aplicando un vendaje compresivo.
-
Escaras de decúbito: Surgen por presión en prominencias óseas por falta de almohadillado o arrugas en la venda. Se previenen con protección adecuada y deben tratarse con curas si se producen heridas.
-
Maceración cutánea: Ocurre por mantener humedad en zonas de pliegues (axilas, ingles, etc.) sin protección, pudiendo dañar la piel. Se trata con curas periódicas.
-
Quemaduras por yeso: Asociadas a factores como agua muy caliente o yeso grueso. Es clave actuar rápido si el paciente siente calor excesivo, retirando la férula para evitar quemaduras graves.
-
Alineamiento erróneo: Mal posicionamiento de la extremidad vendada puede causar molestias, alteraciones en la movilidad y deformidades articulares o musculares.
Estas complicaciones se pueden prevenir con una técnica adecuada, revisiones periódicas y buena comunicación con el paciente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.